Dicen que todo pasa por algo...
Nos conocimos trabajando en la galería de la calle Libertad 262 -de ahí nuestro nombre- y, después de un tiempo juntos, en uno de los viajes a Bragado, una tarde en la laguna, un poco en chiste un poco en serio, comenzó esto como un juego queriendo seguir los pasos de nuestras familias, ambas con joyería en la misma ciudad.
Todo fue palabrería hasta el día que, con tan solo un paño, nos lanzamos a comprar y revender mercadería. Muy de a poco, porque los dos teníamos trabajos diferentes, pero con un mismo sueño: crear a futuro nuestra propia línea de joyería personalizada.
Pasó el tiempo y todo marchaba mejor de lo que esperábamos. Las ganas y el entusiasmo por nuestro propio espacio aumentaban y eso bastó para animarnos a dejar nuestros trabajos en relación de dependencia y caminar juntos en busca de este sueño: nuestro propio showroom.
Somos Tatiana y Ariel, pareja y socios, ambos de Bragado, provincia de Buenos Aires